miércoles, 12 de octubre de 2016

MI CAMINO DEL HEROE




Hola otra vez!!

Estoy un poco atrasada con los post, la semana pasada fue bien movidita con conferencias, clases y otras yerbas por lo que me retrasé en la escritura.
Como le escuché una vez a Mia Pineda, una coach venezolana, "lo que te atrasa te salva"  así es que tengo mas claro el tema que quiero tratar.
Hoy se cumple un mes de mi certificación como Coach Ontológico con mucha felicidad, y me parece lindo escribir entonces sobre mi camino personal de transformación y aprendizaje.

Una tarde hace cuatro años atrás descubrí que quería ayudar a que las personas desarrollaran su máximo potencial y que se sintieran felices haciendo lo que aman; pero no quería hacerlo de cualquier manera, quería tener una metodología, una técnica, una herramienta para hacerlo.

No tenía mucha idea desde donde empezar pero había una palabrita que me daba vueltas en la cabeza "Coaching".
Sin saber muy bien de que se trataba, comencé a buscar en la web definiciones, teorías, escuelas hasta que encontré la mia. Asi que en menos de dos semanas tuve las entrevistas correspondientes y al cabo de unos meses estaba comenzando la carrera de Coaching Ontológico.

Hasta aquí nada excepcional no? una más de las tantas personas que en algún momento deciden comenzar una carrera universitaria. Y este es justamente el punto ¡no es cualquier carrera!
Nunca imaginé que en ese momento comenzaba a transitar un camino... el camino del aprendizaje, de la transformación... El Camino del Héroe.

Nadie podría haberlo dicho mejor que Campbell porque el camino del aprendizaje no es un camino fácil y llano, hay que desprenderse del ego, de la necedad y entregar la autoridad a un maestro que nos enseñe, nos guie.

Una de las primeras cosas que tuve que hacer y creo la más importante  fue declarar NO SE, es que no es posible aprender a menos que uno tome conciencia de la brecha que existe entre la visión (lo que quiero hacer)  y lo que puedo hacer.
No fue fácil esta declaración, hubo resistencia al cambio, incertidumbre. Se ponía en juego mi imagen pública y mi ego. ¿Yo Aprendiz? ¿Yo incompetente?
Pero era tan fuerte mi visíon y mi compromiso con aprender que seguí adelante sin saber todas las pruebas que me esperaban en el camino y así es como con esfuerzo y tiempo me convertí en Principiante.

Shunryu Suzuki escribe en su libro Mente zen, mente de principiante (1987) "en la mente del principiante hay infinitas posibilidades". 
Convertirse en principiante es aceptar la incompetencia, es ser consciente del no saber y comprometerse con el aprendizaje para adquirir nuevas habilidades y aumentar la efectividad.
Es privilegiar la competencia futura por sobre la zona de confort actual y dejar de ser un cretino que finge saber sin haber adquirido las competencias necesarias para la labor.

A medida que iban pasando los meses me iba dando cuenta que no hay atajos; que para aprender hay que ir paso a paso y confiar en el maestro, estar dispuesto a confiar en su competencia, integridad y confiabiabilidad. Algo así como pasa en la película Karate Kid cuando Daniel (el protagonista) hace un pacto de confianza con Mr. Miyagui para que le enseñe karate y se entrega al aprendizaje aunque al principio el maestro le hace lustrar autos, pintar cercas y casas a pesar que en forma aparente esto no tenía nada que ver con la técnica de la disciplina.
Y al igual que Daniel tuve que dedicar mucho tiempo no solo al estudio teórico sino también a la práctica que en definitiva es lo que habilita el desarrollo de la habilidad.

Al decir de Campbell estaba transitando la "Noche oscura del alma" que es el lugar justo para desarrollo de las acciones necesarias para conseguir el objetivo. 
Y aquí igual que el Héroe de las mil caras, enfrenté a los enemigos que me acechaban y que estaban dentro de mi inconsciente: Los "monstruosos" enemigos del aprendizaje.


Muchas veces caí en la victimización no haciéndome cargo de las dificultades del aprendizaje y hacerme responsable de aprender. Es que es mucho más fácil culpar a otro no?
Ni hablar del orgullo que me impedía pedir ayuda, la arrogancia de creer "tenerla clara" (la falta de humildad te hace creer que sos el mejor y que no hay nada que puedas aprender).
También en muchas ocasiones, y sobre todo en las prácticas, me encontré con la pereza y la impaciencia. 
Pero el peor enemigo al que tuve que enfrentar y doblegar fue el enojo.
Como contaba más arriba, me encontré varias veces en la misma situación que Daniel de Karate Kid no entendiendo la razón de algunas prácticas y desconfiando de mis maestros ¡y esto es lo peor! porque de no ser humilde y confiar en la competencia del maestro es imposible aprender,
Al confiar el enojo se transforma en entusiasmo.

La batalla no fue fácil, perdí la primer contienda y tuve que recursar una materia alejándome del grupo con el que comencé la carrera. 
Como decía al principio "lo que te atrasa te salva" y en mi caso realmente fue así.
Volví sobre mis pasos para mirar donde estaba parada, que es lo que me hacía sufrir y ahí mismo me di cuenta que tenía que volver a darle pelea al miedo, la pereza, el orgullo, la victimización y hacerme protagonista de mi propio deseo.
HUMILDAD para darle espacio al conocimiento, para reconocer las oportunidades de mejora y ampliarlas.

Hace un mes rendí por segunda vez el exámen de certificación y esta vez lo logré. Pero lo más importante no fue escuchar la declaración "Felicitaciones colega", lo más importante fue darme cuenta de que me había transformado, que ya no era la misma  que llegó  hace casi 4 años con un anotador a clase. Había finalizado mi camino del héroe y al igual que el protagonista del libro de Campbell yo también resurgí con los conocimientos y competencias que adquirí en mi viaje de aprendizaje y transformación.

Agradezco a todos mis maestros y guias que me ayudaron en el camino.

Hoy me encuentro nuevamente parada en el umbral de una nueva travesía porque el camino del conocimiento es constante.

Y vos... ¿ya te decidiste a dar el paso?
Sos el ciego que no sabe que no sabe o el cretino que cree saber todo?
Y si te animás a escribir tu propia Odisea?









Fuentes consultadas para este post: 
Kofman Fredy- Metamanagement. Tomo 1 Aprendiendo a Aprender. Cúspide 2007
Joseph Campbell - El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito, Fondo de Cultura Económica, México 1980.
Suzuki, Shunryu: Mente zen, mente de principiante, Estaciones, Buenos Aires 1987






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