"No vemos el mundo como es, sino como somos"El Talmud
"Los uruguayos se la pasan tomando mate el día entero, les encanta!"
"Los misioneros son lo que más saben de mate"
"Todos los políticos son corruptos"
"Me dijeron que el mar es peligroso y por eso cuando voy a la playa solo me mojo los pies en la orilla"
Cuántas veces hemos dicho o escuchado frases como éstas... u otras!! la lista sería enorme ¿verdad?
Pero ¿de dónde vienen estas "verdades"?
Señoras y señores quiero presentarles a... LOS MODELOS MENTALES.
Mentales porque están en nuestra mente y dirigen nuestros actos.
Modelos porque construimos a partir de nuestra experiencia.
Pero... ¿¿¿qué son???
Son un conjunto de creencias, opiniones, actitudes, teorías personales, aprendizajes, valores, estrategias, normas, reglas, formas de pensar que cada individuo trae consigo desde la infancia y que es única de cada uno y conforma su interpretación del mundo.
Ingenuamente creemos que lo que percibimos y nuestra forma de ver el mundo es la verdadera; pero no es así.
Esa forma de percibir la "realidad" la construimos y organizamos de forma activa a través de nuestros modelos mentales y es NUESTRA forma de ver el mundo e interpretarlo.
"No son las cosas las que preocupan a los seres humanos, sino sus ideas acerca de las cosas" Epicteto.
Para ponerlo más fácil, los modelos mentales son como anteojos de colores a través de los cuales vemos el mundo. Si tenemos puestos los anteojos de color verde, veremos el mundo de ese color y creeremos que esa es la verdad.
Vivimos dentro de nuestros modelos mentales pero sin embargo son invisibles a nosotros. A veces somos conscientes de ellos pero la mayoría de las veces no.
Y por qué son tan importantes? porque no solo condicionan como vemos el mundo sino que afectan directamente nuestra conducta, por lo tanto nuestro accionar en el mundo y como nos sentimos.
Vemos el mundo conforme somos nosotros y no como el mundo es
Esta forma única de ver el mundo nos lleva a asociarnos con ciertas personas y no con otras; a pensar de cierto modo y rechazar otras formas de pensamiento; a emprender ciertas acciones sin tomar en cuenta otras; a decidir que es aceptable y que no lo es.
Si bien vivimos en un mundo objetivo, la interpretación de ese mundo, estará teñida por los modelos mentales de cada uno lo cual le dará un significado diferente.
Dos personas con diferentes modelos mentales pueden observar el mismo acontecimiento y describirlo de manera distinta porque han observado detalles distintos.Así que mi mundo verde desde mis anteojos color verde, será muy diferente al de otro que esté usando los anteojos de color rojo y su mundo se tiña de e se color.
Nuestra manera de ver el mundo está tan arraigada que ni siquiera la consideramos una manera; es la manera; no distinguimos nuestra identidad de nuestras opiniones. Asumimos que nuestro pensamientos y nuestro yo son una misma cosa. Si alguien está en desacuerdo con nuestra opinión, está en desacuerdo con nosotros. En consecuencia, cualquier persona que ponga en duda nuestro punto de vista está poniendo en duda nuestra imagen y autoestima.
Como decía más arriba, elaboramos los modelos mentales a partir de las costumbres sociales, de la cultura de las ideas de adultos importantes para nosotros durante nuestra infancia.
Después, seguimos formándolos y manteniéndolos según nuestra experiencia de vida de cuatro formas distintas:
Eliminación: Somos selectivos respecto a nuestra atención. Lo que hacemos es seleccionar y filtrar los estímulos según nuestro estado de ánimo, nuestros intereses, nuestras preocupaciones y nuestro estado general de lucidez.
Construcción: Es justo lo contrario de la eliminación: vemos algo que no existe. Rellenamos los vacíos para que el mundo cobre sentido y resulte ser como pensamos.
Distorsión: Se da cuando cambiamos la experiencia, amplificando algunas partes y disminuyendo otras. Cuando distorcionamos los acontecimientos damos más importancia a unas experiencias que a otras. Por ejemplo: muchos aficionados a los juegos de azar siguen creyendo que van a aganar aunque no dejen de perder, y cada vez que pierden se dicen a si mismos que han estado a punto de ganar.
Generalización: Mediante la generalización creamos nuestros modelos mentales tomando una experiencia como representativa de un grupo de experiencias. Por ejemplo: un niño ve como se tratan su padre y su madre, generaliza esta situación para crear un modelo mental sobre el trato entre hombres y mujeres.
Cada vez que utilizamos las palabras "siempre", "nunca", "todos", "todo el mundo" y "nadie" estamos generalizando.
José Antonio Marina en "Inteligencia Fracasada" identifica una serie de fracasos cognitivos relacionado con nuestros modelos mentales.:
Los Prejuicios: una persona tiene prejuicio cuando está absolutamente segura que algo que no sabe y juzga anticipadamente un hecho. Al tener un prejuicio seleccionamos la información de forma que nos permita corroborarlo.
La Supertisión: Mantener una creencia injustificable.
El Dogmatismo: Se produce cuando una creencia nos lleva a una previsión que no se produce realmente. Pero en lugar de reconocer el error, intentamos introducir las variaciones necesarias para poder seguir manteniendo la creencia inicial.
El Fanatismo: Es la condensación de los dos anteriores junto a la defensa de la libertad absoluta y la llamada a la acción.
Podemos cambiar nuestras creencias?
Si!! claro que se puede: DES-APRENDER es la palabra.
¿Y cómo se hace?
El punto de partida es tomar conciencia animándonos a ver aunque duela.
Como dice Diana Paris en su libro "Mandatos familiares", "Tomar conciencia es iluminar, ver, aceptar, relacionar episodios, dotarlos de sentido. Cuando somos artífices de lo que deseamos, dejamos de ser actores dirigidos por un mal director de teatro. Despejar, ver que es mio y cuánto es "importado" abre la posibilidad de andar más libres y livianos de equipaje.
El ritmo para esos cambios es propio, subjetivo e intransferible."
Como decía más arriba, elaboramos los modelos mentales a partir de las costumbres sociales, de la cultura de las ideas de adultos importantes para nosotros durante nuestra infancia.
Después, seguimos formándolos y manteniéndolos según nuestra experiencia de vida de cuatro formas distintas:
Eliminación: Somos selectivos respecto a nuestra atención. Lo que hacemos es seleccionar y filtrar los estímulos según nuestro estado de ánimo, nuestros intereses, nuestras preocupaciones y nuestro estado general de lucidez.
Construcción: Es justo lo contrario de la eliminación: vemos algo que no existe. Rellenamos los vacíos para que el mundo cobre sentido y resulte ser como pensamos.
Distorsión: Se da cuando cambiamos la experiencia, amplificando algunas partes y disminuyendo otras. Cuando distorcionamos los acontecimientos damos más importancia a unas experiencias que a otras. Por ejemplo: muchos aficionados a los juegos de azar siguen creyendo que van a aganar aunque no dejen de perder, y cada vez que pierden se dicen a si mismos que han estado a punto de ganar.
Generalización: Mediante la generalización creamos nuestros modelos mentales tomando una experiencia como representativa de un grupo de experiencias. Por ejemplo: un niño ve como se tratan su padre y su madre, generaliza esta situación para crear un modelo mental sobre el trato entre hombres y mujeres.
Cada vez que utilizamos las palabras "siempre", "nunca", "todos", "todo el mundo" y "nadie" estamos generalizando.
José Antonio Marina en "Inteligencia Fracasada" identifica una serie de fracasos cognitivos relacionado con nuestros modelos mentales.:
Los Prejuicios: una persona tiene prejuicio cuando está absolutamente segura que algo que no sabe y juzga anticipadamente un hecho. Al tener un prejuicio seleccionamos la información de forma que nos permita corroborarlo.
La Supertisión: Mantener una creencia injustificable.
El Dogmatismo: Se produce cuando una creencia nos lleva a una previsión que no se produce realmente. Pero en lugar de reconocer el error, intentamos introducir las variaciones necesarias para poder seguir manteniendo la creencia inicial.
El Fanatismo: Es la condensación de los dos anteriores junto a la defensa de la libertad absoluta y la llamada a la acción.
Las creencias son hábitos que operan de forma oculta en nuestra mente y cuando se vuelven tóxicas o limitantes provocan problemas muy serios.
Podemos cambiar nuestras creencias?
Si!! claro que se puede: DES-APRENDER es la palabra.
¿Y cómo se hace?
El punto de partida es tomar conciencia animándonos a ver aunque duela.
Como dice Diana Paris en su libro "Mandatos familiares", "Tomar conciencia es iluminar, ver, aceptar, relacionar episodios, dotarlos de sentido. Cuando somos artífices de lo que deseamos, dejamos de ser actores dirigidos por un mal director de teatro. Despejar, ver que es mio y cuánto es "importado" abre la posibilidad de andar más libres y livianos de equipaje.
El ritmo para esos cambios es propio, subjetivo e intransferible."
Fuentes consultadas para hacer este post.:- La Empresa Consciente (2008) Fredy Kofman; Introducción al Pensamiento Sistémico (1998) - Joseph O Connor ; https://juancarrion.wordpress.com
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