martes, 27 de octubre de 2015

UN CUENTO


Un hombre de negocios se acercó al rabí y le preguntó:
 -¿Cómo son los negocios de la vida?  
El rabí le contestó: - somos como tenderos, vendiéndonos siempre a lo que queremos escuchar.
-Escúcheme, dijo el hombre, de lo que yo entiendo es de dinero. Y el costo de cualquier inversión se juzga siempre en función de lo que podría estar generando para usted. 
Sobre esta base, ¿cuál es la economía del yo?- dijo sonriendo por lo ingenioso de la pregunta.
-El costo de ser quien eres es no ser el que podrías ser- señaló el rabí- 
Esa es la economía del yo.
-Entonces ¿podría tener un enorme costo para un hombre el no ser lo que podría llegar a ser?
-Está claro que usted entiende de economía- dijo el rabí .
 Y el hombre se rió, pero pregunto:
 -¿Y qué clase de inversor soy yo?
-Un hombre que duda en invertir en lo que podría llegar a ser.
-¿Por qué?
-Porque como la mayoría de nosotros, usted cree que tiene un contrato para ser sólo el que es ahora.
-Pero si no recuerdo haber hecho nunca ese trato.
El rabí respondió: -Amigo mío, ninguno de nosotros lo recuerda.

Moraleja: Una nueva realidad no surgirá a menos que nos comprometamos a hacer una acción nueva.
Salir de la zona de confort y transitar la incertidumbre abre nuevas posibilidades de aprendizaje para desarrollar nuestro potencial y obtener resultados extraordinarios.

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